Salir de una lesión es un objetivo deportivo en si mismo, igual de importante que una carrera con una fecha marcada en el calendario.  Consiste en aplicar la misma paciencia, la misma constancia y no cometer errores. Y es igual de difícil, por cierto.

El primer paso es aceptar que estas lesionado. A veces nos empeñamos en una huida hacia adelante que no hace más que empeorar las cosas en el futuro. Afortunadamente me di cuenta rápido en la primera salida que hice unos 15 dias después de la maratón de las Tucas que mi rodilla no estaba bien. Desde 2015 cuando empece a preparar montaña tengo en mi rodilla derecha algunas molestias ocasionadas por sobrecargas e inflamación de la fascia lata.

La verdad me la he cuidado mucho ( fisioterapia, hielo, estiramientos) hasta tal punto que me ha permitido correr por el camino 8 maratones y 2 carreras de 100 kilometros. Pero tras la Maratón de las Tucas, no fui al fisioterapeuta como suelo hacer tras una carrera tan larga. Ese fue mi error. La rodilla, que con mimos me había dado tregua ahora protesta y con razón.

TENGO QUE ESTIRAR MAS. 

No acudir al fisioterapeuta en su momento me ha echo ir ya tres veces y aun no tengo el problema solucionado. Hoy visito al traumatólogo aunque tengo ya un primer diagnóstico, inflamación de la fascia lata. A partir de ahora me lo tomo como un nuevo objetivo deportivo más. Tratar de demostrar la misma disciplina casi militar,  que aplicaba para entrenar, para hacer los ejercicios de estiramientos, hielo etc que me ayuden con mi lesión. Mientras la cosa mejora hare bicicleta de montaña unos 3 dias a la semana y 2 dias de gimnasio con trabajo de fuerza. Me centrare en lo que si puedo hacer

Para mi el respeto a una carrera se demuestra entrenándola a conciencia.  Pues voy a tratar de respetar de igual manera mi lesión. Poniendo ese mismo espíritu para volver cuanto antes,  y siendo mejor corredor. ESCRITO QUEDA.

PARA ESTIRAR NECESITO «AYUDA» 😉