No se si lo sabéis pero uno de mis  grandes sueños como corredor son correr la maratón de Berlín. Hace casi 5 años lloraba viendo el documental de Informe Robinson viendo a Gebreselassie batirse a si mismo y al record del mundo de maratón en 2008. A día de hoy sigo llorando cada vez que lo veo. El otro es imitar a Filipides. Correr desde de la ciudad de Maratón a Atenas. Que un amigo de kilómetros hubiera corrido esa carrera era motivo más que de sobra para acribillarlo a preguntas. Al final lo convencí para que lo hiciera por escrito. Señores, si quieren conocer la maratón genuina, la de Atenas, aquí se la cuenta un amigo mío, Baldo adelante!

@Batama 11 Crónica del Maratón de Atenas 
                                               Athens Marathon 2015 The Autentic

Lo primero antes de hablar sobre mi experiencia en el maratón de Atenas, quiero dar las gracias a Ángel @contadordekm por abrirme con mucho cariño su blog y como hay que ser agradecido pues vamos a por ello.
En mi cabeza, rondaba el maratón de Atenas, desde que empecé a correr maratones en el año 2011, este año por circunstancias que se han ido dando durante el año, allí me presenté. Circunstancias digo, porque me inscribí el 19/10/2015, a 17 días de su celebración y puede parecer un poco alocado, pero la decisión las pospuse tanto, porque el día 27/10/2015 conseguí acabar mi 1ª maratón de montaña y quería ver si me recuperaba bien e ir con garantías a Atenas. Desde antes del verano tenía la decisión pendiente de decidir hasta 2 semanas después del maratón de montaña.
El día 6 de Noviembre me subo al avión y ahí, empieza mi viaje al maratón de Atenas con unas ganas y motivación por las nubes. Días antes, por mediación de Ángel y María Caballero @MCG66Madrid, me entero que también van Marta y Guillermo @Novatillatotal y @Novatillototal, junto a dos amigos míos, que irían al día siguiente.
Antes de subir al avión, estando a punto de embarcar, giro la cabeza y veo pasar a Marta y Guillermo, una vez embarcados y en vuelo me presento, sin conocernos de nada, empezamos a hablar, como si nos conociéramos de toda la vida. Hablamos un rato y nos emplazamos a la llegada a Atenas, como los tres íbamos al centro de Atenas, donde estaban situados los hoteles, decidimos irnos juntos. Nada más salir a la terminal, nos encontramos con un stand de la organización con 2 voluntarias, para darnos la bienvenida. Nos presentamos y nos proporcionaron una tarjeta de transporte para 5 días para utilizar en el bus, metro y tranvía más un plano de Atenas. La verdad es que para la persona que van a correr fuera de su país, que nada más salir de la terminal te encuentres con voluntarios/as de la organización, personalmente me dio mucha alegría y es un detalle muy bonito. Nos dan nuestras tarjetas, preguntamos alguna duda y nos echamos una foto.

A continuación, nos vamos a buscar el metro para ir a la Plaza Sintagma. Mi idea de la recogida del dorsal, era ir a recogerlo el sábado cuando vinieran mis amigos, charlando de camino a la Plaza Sintagma, Guillermo y Marta me comentan que ellos van directos a la expo, a recoger el dorsal y viendo lo lento que funcionaba el transporte, decido irme con ellos y así el sábado estar más tranquilo y descansado. La verdad que fue un acierto ir directamente a la expo. Después de casi 2 horas, llegamos a la expo y vamos a recoger los dorsales. Mi dorsal en principio no aparecía por ningún lado. Empecé a dudar si me había apuntado a la carrera de 10 km, en vez de a el maratón. La persona de la organización, me manda a la mesa de incidencias y después de 10 minutos, dicen que no hay problema que estoy inscrito al maratón y que no me preocupara que en 5 minutos me lo traían.

Hasta aquí todo bien, nos vamos de vuelta a la Plaza Sintagma, llegamos ya sobre las 10 de la noche. Al rato, llego a mi hotel y al quitarme los zapatos, noto un dolor en el dedo meñique del pie izquierdo y veo que hay un poco de sangre, me lo saneo y no le doy importancia. A las 6 de la mañana, me despierto por el dolor en el dedo meñique, lo primero que hago es trotar por la habitación, para ver si podía correr y noto que había mucho más dolor y encima me hacía cojear. Lo que primero que pensé era que como se me había complicado la cosa por una insignificante herida en el dedo.Tenía 24 horas para intentar solucionarlo de alguna manera.

Me vestí, bajé a desayunar y a continuación me fui a buscar una farmacia para buscar algún antiinflamatorio porque el dolor iba a más. Encuentro una farmacia y le pregunto que si tienen Ibuprofeno 600mg y me contesta que sí. Compro una caja y decido tomarme una pastilla cada 8 horas, descansar en el hotel y rezar, para que me levante el domingo por lo menos, con menos dolor. Después de comer, noto que el dedo empieza a doler menos y empiezo animarme y centrarme en el maratón y no en el dedo.

Y llegamos a lo que interesa, que es el maratón. Me levanto a las 5 de la mañana, pruebo como está el dedo, trotando por la habitación y noto que ya no hay casi dolor, por lo que decido no tomar más antiinflamatorios y me preparo para la batalla. Desayunamos y nos vamos para la Plaza Sintagma, que de allí salen los autobuses para un pueblo llamado Maratón. Llegamos a las 6:15 a la Plaza Sintagma, vemos muchísimos autobuses y a los voluntarios/as colocando a los maratonianos/as en filas, en menos de 5 minutos ya estábamos subidos en el autobús. Buenísima organización. Una vez completo el autobús ,se pone en marcha. El recorrido del autobús hasta el pueblo de Maratón, lo hacemos en sentido contrario al que los maratonianos/as lo vamos a hacer, por lo que ya, empezamos a darnos cuenta de los desniveles que íbamos a tener que enfrentarnos, pero en el autobús solo había alientos de ánimos y risas. Después de una hora aproximadamente, llegamos a Maratón, los autobuses nos dejan a unos 500 metros de la salida, ya estamos metidos en harina.

Damos una vuelta por la instalaciones del polideportivo y rápidamente llega la hora de ponerse en el cajón correspondiente para afrontar el objetivo. Me despido de mis amigos y me dirijo al cajón 4, que están controlados muy escrupulosamente por los voluntarios/as.

Y a las 9:00h, dan la salida y me pongo a ritmo planeado, que era hacer los primeros 11 km a 05m:20s, ya que el terreno era llano. Todo va bien, voy muy concentrado con muy buenas sensaciones y disfrutando de este gran evento. En el km 5, pasamos por una urbanización y una niña de unos 6 años, me regala una rama de olivo, es símbolo de que te desea suerte. Solo con ver con la ilusión y con la sonrisa que me dio la rama de olivo la niña, me paré y la di las gracias a ella y a sus padres y continué con una dosis extra de moral. Desde que sales, te das cuenta que el recorrido es muy solitario, pero cuando pasábamos por los pueblos había mucha gente y sobre todo muchos niños animando con una fuerza, que te hacía sin querer acelerar el ritmo. En mi la vida he chocado tantas manos como en el maratón de Atenas. Llego al km 11 y va todo perfecto, buenas sensaciones e hidratándome a conciencia porque ya se notaba el calor y el sol apretaba; empiezan 6 km, hasta el km 17 un sube y baja continuo, sin darme cuenta ya estoy metido en el tramo más duro del recorrido, que iba ser subida constante hasta el km 32. La media maratón la paso en 01h:55m, peor de lo esperado, pero no me importaba, porque estaba disfrutando cada zancada.

La verdad, es que cuando vas disfrutando de tus sensaciones, los km dan igual que sean en cuesta, como en llano, pasaban rápido y casi sin enterarme, me veo en el km 30 con las fuerzas intactas , con la moral alta para subir el ritmo en los últimos 10 km, que eran muy favorables hasta la meta, para intentar el objetivo de salida que era, estar en 03h:50h:00 . Del km 30 al 32, ya había rampas que obligaban a corredores a subirla andando por la dureza de las mismas, miré el gps y me marcaba que iba a ritmo de 5:55, pero me animaba, las fuerzas me respetaban. Vuelvo a mirar el gps y veo que me marca el km32 , llega una bajada muy pronunciada y pienso que ya está, que no hay más cuestas, paso por debajo de un puente, donde había una Batukada, de repente otra cuesta, con diferencia la de más desnivel de todas La verdad que me gustan las cuestas, pero después de 32 km y muchas cuestas, ya, esta, no me hacía gracia. Bueno, pues asciendo, pensando que ya era la última y menos mal que así fue. Estoy ya en los últimos 9 km y encima favorables, llano y bajada, hago del km 33 al 35, a un ritmo de 5m:00m el km y empiezo a notar molestias en el gemelo izquierdo, pero no le hago caso. Faltaban 7km y ya estábamos en las calles de Atenas. Afronto el km 36 y el gemelo izquierdo me empieza a dar avisos de calambres, avisos que no pararon hasta el km 41 obligándome a bajar el ritmo y correr a 06m:10s por km. Llego al km 41 y el gemelo no aguantó y calambrazo al canto. Si habéis tenido algún calambre alguna vez ya lo sabéis, a los que no pues, la verdad es que te obliga a parar y estirar y es muy doloroso. Yo lo había oído muchas veces a compañeros y amigos que les había pasado, pero a mí fue la primera vez, tuvo que ser en Atenas. Estiro y parece que puedo correr los últimos 1,195 metros y así disfrutar de la entrada al espectacular Estadio Panathinaiko.Al final ,mi tiempo oficial es 04h:00m:57s mejorando la marca del maratón de Barcelona 2015 en 3segundos.

En definitiva, no he conseguido bajar de las 4h, pero al final cuando sales a correr un maratón fuera de tu país, la suma de haber conocido el país ,sus gentes y sentir la admiración que tienen a los maratonianos/as, te hace sentirte muy feliz.

Y sin duda salgo de Atenas con más ganas e ilusión de seguir corriendo, sufriendo y disfrutando maratones.

Atenas, es un maratón duro, con un recorrido no atractivo, pero con una grandísima organización, unos voluntarios/as de 10 y la gente que animaba de 10. Sin duda, no me importaría volver en otra ocasión. Termino dando las gracias a toda mi familia, amigos, compañeros y a todos los que me habéis animado. Esta medalla,un trozo bien grande es vuestro/a.